La rápida actuación de Eslovenia para prevenir la propagación del virus, ha mantenido una baja incidencia de la pandemia en el país. Tanto es así, que ha sido uno de los primeros países de la Unión Europea en declarar el control de la pandemia y en abrir sus fronteras al turismo. Hoy en día, la vida en el país se desarrolla con total normalidad, aunque cumpliendo con medidas de higiene y distanciamiento social.